grafeno, siliceno, carbino, nanocelulosa
Entre los acontecimientos más significativos de este recién estrenado siglo están el bosón de Higgs, la decodificación del genoma humano, la irrupción de la nanotecnología, el desarrollo de la inteligencia artificial y el redescubrimiento de nuevos y curiosos materiales, de posibilidades más que prometedoras.
En el siglo pasado, nuestra generación asistió a una revolución tecnológica e industrial que permitió entre otras cosas:
Me explico. Hacia 1990 tuve mi primer videocámara, una Sony VHS de 8mm que llamaron Handycam pero que había que manipular con las dos manos. Conecté el armatoste al televisor y, enfocando a mi abuelo, dije: - Eh, abuelo, que sales en la tele - ... El pobre no entendía cómo era posible que aparecíera él mismo dentro de la televisión. como en el "parte" que es como llamaba al telediario; sabía que la cámara tenía mucho que ver pero no acertaba a comprender el cómo ni el por qué. Conozco personas de la generación siguiente a mis abuelos que ponen en duda la visita del hombre a la Luna, y eso sin tener conocimiento de las modernas teorías conspiranoicas que también lo ponen en tela de juicio.
En breve asistiremos a una nueva revolución industrial en el mundo de la electrónica que será propiciada por el desarrollo de nuevos materiales que dejarán anticuada a nuestra "era del silicio", igual que éste dejó obsoleta la revolución industrial basada en combustibles fósiles como el carbón. Por cierto, volvemos a hablar del carbón, o mejor dicho del carbono, porque este material mágico al que me refiero, el GRAFENO, está formado por también por átomos de carbono.
Posee el grafeno unas cualidades un tanto curiosas: flexibilidad, transparencia, elevada resistencia, conductividad eléctrica y térmica, ligereza, que hacen de él un material que llegará a ser mas preciado y más eficiente que el silicio, el protagonista hasta ahora de nuestra "era electrónica". Y junto al grafeno, otros materiales como el carbino, el siliceno y la nanocelulosa. Asistiremos a otra carrera que dejará cadáveres en el camino, ¿recordais la muerte prematura del sistema Betamax, que pese a ser superior en calidad y prestaciones al VHS, mordió el polvo de forma estrepitosa?
Láminas de una sóla capa de átomos de carbono que darán lugar a nuevos dispositivos que revolucionarán otra vez nuestro mundo. Dentro de veinte años (si seguimos aquí para contarlo) ¿seremos capaces de asimilar tanto cambio?, diremos como mi abuelo ¿qué hace este holograma viajando conmigo en mi auto que se conduce sólo? o ¿sólo tendremos miedo, como los irreductibles galos, a que el cielo caiga sobre nuestras cabezas?
Entre los acontecimientos más significativos de este recién estrenado siglo están el bosón de Higgs, la decodificación del genoma humano, la irrupción de la nanotecnología, el desarrollo de la inteligencia artificial y el redescubrimiento de nuevos y curiosos materiales, de posibilidades más que prometedoras.
En el siglo pasado, nuestra generación asistió a una revolución tecnológica e industrial que permitió entre otras cosas:
- la sustitución de las tradicionales cintas de audio y video por soportes digitales de capacidades y duración impensables,
- el advenimiento de equipos electrónicos e informáticos cuya potencia y prestaciones aumentaba de año en año y no ha parado aun,
- la revolución en telefonía móvil que ha supuesto la abdución de nuestras mentes por estos dispositivos con un par de años máximo de vida util,
- la información instantánea sin salir de casa que ofrece internet y las wikipedias que acabaron incluso con el gigante enciclopédico de Encarta, y por supuesto con la Larousse, la Planeta y todos los mastodontes de papel
- y tantas y tantas novedades
Me explico. Hacia 1990 tuve mi primer videocámara, una Sony VHS de 8mm que llamaron Handycam pero que había que manipular con las dos manos. Conecté el armatoste al televisor y, enfocando a mi abuelo, dije: - Eh, abuelo, que sales en la tele - ... El pobre no entendía cómo era posible que aparecíera él mismo dentro de la televisión. como en el "parte" que es como llamaba al telediario; sabía que la cámara tenía mucho que ver pero no acertaba a comprender el cómo ni el por qué. Conozco personas de la generación siguiente a mis abuelos que ponen en duda la visita del hombre a la Luna, y eso sin tener conocimiento de las modernas teorías conspiranoicas que también lo ponen en tela de juicio.
En breve asistiremos a una nueva revolución industrial en el mundo de la electrónica que será propiciada por el desarrollo de nuevos materiales que dejarán anticuada a nuestra "era del silicio", igual que éste dejó obsoleta la revolución industrial basada en combustibles fósiles como el carbón. Por cierto, volvemos a hablar del carbón, o mejor dicho del carbono, porque este material mágico al que me refiero, el GRAFENO, está formado por también por átomos de carbono.
Posee el grafeno unas cualidades un tanto curiosas: flexibilidad, transparencia, elevada resistencia, conductividad eléctrica y térmica, ligereza, que hacen de él un material que llegará a ser mas preciado y más eficiente que el silicio, el protagonista hasta ahora de nuestra "era electrónica". Y junto al grafeno, otros materiales como el carbino, el siliceno y la nanocelulosa. Asistiremos a otra carrera que dejará cadáveres en el camino, ¿recordais la muerte prematura del sistema Betamax, que pese a ser superior en calidad y prestaciones al VHS, mordió el polvo de forma estrepitosa?
Láminas de una sóla capa de átomos de carbono que darán lugar a nuevos dispositivos que revolucionarán otra vez nuestro mundo. Dentro de veinte años (si seguimos aquí para contarlo) ¿seremos capaces de asimilar tanto cambio?, diremos como mi abuelo ¿qué hace este holograma viajando conmigo en mi auto que se conduce sólo? o ¿sólo tendremos miedo, como los irreductibles galos, a que el cielo caiga sobre nuestras cabezas?
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